No hay duda de que la tecnología solar fotovoltaica es una fuente inagotable de energía limpia que contribuye enormemente al desarrollo sostenible del planeta. España es uno de los países europeos con mayor producción de energía solar. Dispone tanto de grandes granjas solares como de instalaciones distribuidas de autoconsumo, de mayor o menor tamaño, gracias también a un marco legislativo favorable que ha permitido su desarrollo.
En los últimos meses, varias comercializadoras se han lanzado a una frenética carrera para llenar de placas fotovoltaicas las cubiertas de sus clientes, sin embargo, en ocasiones, los plazos de amortización prometidos son más voluntaristas que realistas.
Los reales decretos RD 244/2019 y del RDL 15/2018 consiguieron eliminar trabas administrativas y económicas a la instalación de placas solares; también introdujeron la posibilidad de verter nuestra energía sobrante a la red y recibir a cambio una compensación económica. Pero es importante ser consciente de que el precio que recibiremos por nuestra energía sobrante es, sin duda, considerablemente menor que el que nosotros pagamos por la energía que consumimos proveniente de la red. Por otro lado, tampoco hay que olvidar que, en momentos de gran insolación, a mayor número de productores, menor será el precio que obtengamos por la energía que cedamos al sistema eléctrico.
En este sentido, en caso de querer realizar una de estas instalaciones, será fundamental explicar a los usuarios de este tipo de energías, convertidos en potenciales generadores, la importancia de un correcto dimensionamiento de la instalación. No siempre cubrir todo el espacio disponible será rentable a corto plazo y, de hecho, puede producir un sobrecoste y un alargamiento de los plazos de amortización que sólo generará frustración entre los promotores de la instalación.
Como hemos comentado en anteriores ocasiones, existen herramientas disponibles que nos permiten conocer en detalle nuestros consumos – según nuestra distribuidora eléctrica -, programas para determinar la radiación que recibimos en nuestra cubierta (PVGIS) e incluso una web para conocer la tendencia del precio que podemos recibir por la energía que vayamos a verter a la red (OMIP). A partir de todos estos datos, será posible realizar un estudio de viabilidad realista, que ajuste la instalación a nuestras necesidades, evitando sustos inesperados o frustración por una expectativa incumplida.