A finales de la semana pasada, el BOE publicó un anuncio del Ministerio de para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico según el cual, con fecha 30 de marzo, se daba inicio al procedimiento de inhabilitación de las comercializadoras eléctricas Iberred Solutions, S.L. (LIBERLUZ) y Tesla Management, S.L. (BETA RENOWABLE GROUP).
En un mercado energético liberalizado, como en cualquier mercado, hay agentes serios y honestos que trabajan para ofrecer los mejores precios de su producto, de forma transparente y compitiendo en igualdad de condiciones. Desafortunadamente, también existen otros que ofrecen condiciones aparentemente imbatibles – sólo hay que mirar la web de Liberluz, todavía activa, para comprobarlo – pero que, en realidad, abusan de la confianza de los consumidores, empleando subterfugios, para imponer unos términos que únicamente benefician a sus cuentas de resultados, causando un daño terrible a la credibilidad del mercado energético.
No tenemos detalles todavía sobre cuál ha sido la causa que ha provocado la inhabilitación de estas empresas, aunque podemos imaginarlo. No son las primeras en caer ni serán las últimas, sin embargo, su desaparición es una muestra de que los sistemas de control funcionan y de que el consumidor está protegido.
A pesar de todo, los consumidores no deben confiar únicamente en la protección de los mecanismos de control, sino observar a quién confían su compra de energía, antes de realizar un cambio de suministrador, o preguntarlo a quien conoce el mercado. Realizando una consulta sencilla en cualquier buscador, comprobamos fácilmente que Tesla management, S L., además de haberse vinculado al nombre de la popular empresa automovilística con la que nada tiene que ver, no dispone ni de página web, lo que ya debería hacernos sospechar. En el caso de Liberluz, su web ofrece las clásicas promesas de ahorro y sostenibilidad, por lo que probablemente sólo alguien conocedor del mercado energético y sus actores podría alertarnos ante sus ofertas.
Sea como fuere, nos alegramos de que el mercado depure a aquellas empresas que no respetan las normas y confunden a los consumidores.